
28 Ago Te ayudamos a elegir el menú perfecto para tu boda
La elección del menú de la boda es uno de los momentos más difíciles para los novios. Hay mucha gente a la que complacer y se invertirá mucho dinero en que todo sea perfecto en una de las comidas que más recordaréis a lo largo de vuestra vida.

Las dudas se agolpan en la mente de los estresados novios. Desde si optar por un menú clásico que sea del gusto de todos a optar por propuestas gastronómicas diferentes y algo más atrevidas. Como expertos en organización de bodas y conociendo esos temores a los que se enfrenta el futuro matrimonio, desde Finca Ronda os damos estos consejos para acertar con la comida en el día de tu boda.
¿Qué no puede faltar?
Si no queréis pillaros los dedos, apostad por el modelo clásico: primero, segundo y postre. Entre los platos, asegúrate de que haya solomillo. Aunque sea un habitual de las bodas, tiene razones para ser el rey: a la mayoría de la gente le gusta y si la calidad de la carne es excelente, los comensales quedarán encantados.
Otra opción es poner un buen pescado, pero la carne siempre es la favorita en este tipo de eventos.
En el caso del pescado, el mero, el lenguado, la dorada, el rodaballo o la merluza, esta última mucho más tradicional, son las más escogidas, aunque también se recurre al atún, la caballa o la corvina, con más influencia en los últimos años. Todos ellos se presentan en diferentes elaboraciones y con distintos acompañamientos, algunos más vanguardistas y otros más tradicionales. Lo importante es jugar con las texturas, los sabores y los olores para crear sensaciones únicas.

Otra apuesta segura, un cortador de jamón. Un aperitivo a base de jamón de bellota y un buen vino nunca decepcionan.
Los aperitivos que más gustan
Si quieres dar un nuevo aire al cóctel de tu boda, opta por diferentes cremas frías o gazpachos en originales vasitos, tataki de atún, guacamole, brochetas de pollo picante, croquetas que se escapen de lo habitual o incluso unas ostras.
Recurre, como ya hemos dicho, a presentaciones únicas y diferentes formas de consumir. Haz uso de cucharillas, palillos, cucuruchos y recipientes de todo tipo; insta a tus invitados para que usen las manos, dispón salsas para buscar nuevas sensaciones…
Por supuesto, no te olvides de la comida más saludable y la especial para intolerantes.

Ofrece bebidas variadas
Teniendo en cuenta que la temporada de bodas comienza en mayo, y que la mayoría de estas celebraciones se desarrollan en primavera y en verano, la mayoría de las ceremonias suelen acalorar a los invitados que buscarán refugio en bebidas frías. A partir de este momento, comienza el cóctel, que debe estar provisto de las tres bebidas pertinentes (cerveza, vino y refrescos), aunque hay mucho más donde puedes escoger.
Para buscar la variedad y lo saludable, aprovecha la alegría de té helado, los zumos naturales y los smoothies, variantes muy refrescantes y sin alcohol que, en el caso de los últimos, utilizan frutas variadas tras una preparación 100% natural.
También puedes incluir sangría (de vino tinto, blanco o champán), tinto de verano o cócteles. Lo importante es calmar la sed de tus invitados, pero también ofrecer alternativas y generar buena impresión, ya que es el primer detalle gastronómico que se van a encontrar y por eso hay que saber cómo elegir la bebida.
En el banquete
Para el banquete, despliega una selección de diferentes vinos, cerveza, refrescos y alternativas como cócteles para los más atrevidos. Para la fiesta, no olvides disponer de variedad de bebidas alcohólicas, con marcas de calidad y mezclas habituales, incluyendo sorpresas para momentos puntuales. Arriésgate con innovaciones en forma de cócteles.

Los tiempos
No debéis pasaros ni quedaros cortos con el tiempo. Para hacer del banquete un momento relajado pero entretenido, haced que el aperitivo dure una hora aproximadamente y la comida alrededor de un par de horas. Nunca más ya que se hará demasiado pesado para los invitados y, además, así tenéis más tiempo para tomar unas copas y bailar.
Cómo elegir el postre
Te recomendamos que, para que acabéis el menú con buen sabor de boca, escojáis un postre que os encante a los dos. Si os apasiona el chocolate, un ‘brownie’ puede ser la mejor opción. Si no, el tiramisú es siempre un acierto y la tarta de queso Idiazábal es una de las favoritas de la mayoría de la gente.
Hoy en día, la tarta o pastel nupcial no es el único postre disponible. De hecho, existen otros que pueden acompañar a dicho pastel, como fruta dispuesta en brochetas o helados de diferentes sabores. Además, pequeños postres como cupcakes, macarons o golosinas dispuestas en diferentes áreas del salón o jardín.

En cuanto a la tarta, las hay de muchos tipos. Destacan la clásica (o fondant) de pasta blanca, la tarta de bodas por excelencia; la naked cake, de estilo vintage, muestra el interior del pastel, la tarta al natural, y está decorada con frutas y flores; tarta acuarela (o al lienzo) que mezcla tonos para decorar su superficie como si de un cuadro se tratara; la ruffle, una de las más elegantes, utiliza formas onduladas a través del merengue y la llamada boquilla de pétalo; y finalmente, la tarta falsa, vacía en su interior pero usada solo para cumplir con el ritual de cortar el pastel, dejando otro postre para los invitados.
Además de los diferentes puestos con dulces que llenen los corners durante la fiesta, es aconsejable incluir un plan de recena que llegue a la mitad de la fiesta. Las elaboraciones a partir de pan suelen triunfar: bocadillos, pizzas, hamburguesas, roscas, tostas y empanadas.
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