La lista de invitados en una boda

31 Mar La lista de invitados en una boda

Cuando hacer la lista de invitados puede ser un quebradero de cabeza…

¿100, 200, 300 o solo padres y hermanos? A la hora de organizar una boda surgen las primeras dudas cuando se trata de cerrar una lista de invitados. Y es que esta relación de nombres no es algo a tomarse a broma y debe tenerse cerrado con bastante antelación. Así, y según el número de personas que os acompañarán en el enlace se podrá decidir el espacio escogido, la comida (y cantidad), así como todo tipo de detalles en base a la organización y el presupuesto de la boda.

Por eso, lo mejor es seguir estos consejos a la hora de hacer la lista de invitados:

Pensar en un número aproximado

Hasta un par de días antes o incluso el día anterior no se sabrá a ciencia cierta quién va a la boda, pero uno se puede hacer una idea. Por ello, no tenéis por qué cerrar la lista definitiva un año antes de la celebración, pero sí estaría bien que tuvierais una idea aproximada del número de invitados con tiempo suficiente para empezar a manejar el resto de partidas de la boda.

De esta forma, sabréis a qué tipo de celebración os enfrentáis y qué espacios son capaces de acogerla, con todo lo que cada uno de ellos implica. Ya sabéis que algunos lugares de celebración tienen un mínimo o un máximo de personas permitido que los novios deben respetar.

Para ello, calculad a ojos más o menos las personas que podrían asistir, incluso aquellas que acabéis eliminando, y empezad a planear todo lo demás. En este último aparatado es imprescindible que decidáis qué tipo de boda queréis tener para empezar con la organización general, pero también para saber a cuántos invitados podéis invitar, aproximadamente. Desde una ceremonia íntima a la que solo acudan los familiares más cercanos y los amigos de confianza (con un número máximo de 70 personas) hasta otra más multitudinaria, en la que ampliéis la lista a más gente, como compañeros de trabajo o amigos de vuestros padres.

Concretar un presupuesto

En base a lo anterior es cuando se determina el presupuesto o al revés. Y es que puede darse el caso de que uno no se pueda gastar más dinero en el enlace y tenga que optar, a su pesar, por una celebración más íntima y reducida.

Una boda es un momento muy especial que la mayoría de protagonistas quieren compartir con el mayor número de personas posible. Aunque hay algunos novios que prefieren no complicarse e invitar solo a sus más allegados, lo más normal es tirar la casa por la ventana y del famoso “cuantos más, mejor”. Sin embargo, es importante no volverse loco, ya que el número de invitados está íntimamente ligado al presupuesto y saber cómo calcularlo os ayudará mucho.

El local escogido, muchas veces influido por esa cifra de invitados, implica un montante que varía sobremanera si sois más o menos flexibles con la lista. También influye en el aperitivo, el banquete, los regalos y la barra libre. Todo ello incide sobremanera en el presupuesto, así que pensad primero a cuántas personas tenéis la capacidad de invitar y, después, incluid o quitad asistentes si no queréis meteros en un problema.

¿Quiénes irán a la boda?

Este apartado puede ser muy divertido o el comienzo para toda una serie de rencillas familiares o entre los futuros casados. Y es que lo que puede empezar como un juego, acaba convirtiéndose en una pesadilla en la que juegan el compromiso, la conciencia, la necesidad y el humor. Para afrontar esta complicada decisión, empezad creando una serie de grupos en los que incluir primero a los familiares inmediatos, resto de familia, amigos cercanos, compañeros de trabajo y compromisos.

A partir de aquí, vosotros decidís. Sin embargo, hay ciertas reglas que debéis cumplir si no queréis provocar un cisma en vuestros diferentes grupos sociales. Por ejemplo, todos los familiares más inmediatos deben aparecer en vuestra lista, igual que los miembros de vuestro grupo de amigos habitual. A partir de aquí, cada pareja decide quién es más o menos necesario en su lista de invitados. Y no os olvidéis de los compromisos que a veces hay que cumplir. Sin embargo, nuestro consejo es que hagáis la boda que vosotros queráis y con la gente que vosotros queráis.